Un día una vocecita divina me llenó de valor y fuerza, así que le escribí a una de mis cuñadas para que me recomendara una psicóloga. Confieso que hacer esto fue un acto de coraje, tenía mucho miedo de lo que pudiera pensar de mí, porque parte de lo que he descubierto en todo este proceso, es que los seres humanos tenemos arraigado un sistema de creencias limitantes y consideramos un tabú el hecho de pedir ayuda en temas relacionados con la salud mental.
Empecé a buscar ayuda profesional y terapias alternativas. Desde ahí entendí que esta búsqueda que venía teniendo desde hace tantos años, empezaba primero conmigo, conociéndome, haciéndome amante, amiga, confidente de mí, aumentando mi amor propio, entendiendo las creencias que saboteaban mi vida y disolviendo patrones que me frenaban el lograr ser lo que siempre he querido ser.
El proceso de conocerme generó una pasión por todos los temas de crecimiento personal. He estudiado, leído e investigado mucho al respecto. Mis ojos comenzaron a ver otra realidad y a mi alrededor me encontraba con muchas mujeres que también les hacía falta una guía. Sentí que había una gran necesidad y que yo estaba desarrollando un talento que tenía que poner al servicio de otras mujeres. Por eso hoy estoy aquí y tú estás leyendo esto.
Es difícil darnos cuenta y aceptar que necesitamos ayuda para reconectar con nosotras, para volver a casa, pero nada se compara con tener una vida tranquila, llena de paz, de regocijo, disfrute y satisfacción en cualquier rol que desempeñes.
Yo siento que la misión de las vivencias de todos estos años es compartir mi experiencia y ayudarte a que reconectes contigo, a que empieces este proceso de reencontrarte con tu ser y así tengas relaciones más sanas con tu alrededor, con tu familia que es tu mayor tesoro y con esos sueños que quieres seguir conquistando para seguir viviendo una vida llena de satisfacciones.
Por todo lo que te he contado, es que considero que mis tres roles más importantes son: ser mujer, esposa y madre. Como persona creyente en la familia lo veo así, no puedo ser una buena madre, ni una buena esposa, sino sé quién soy, sino estoy conectada conmigo, con mi ser, sino atiendo mis necesidades emocionales, sino me dedico a sanar mis heridas y hacerme responsable de mí para no victimizarme y culpar a otros de lo que me pasa. La mejor conexión con tu familia se da cuando estás conectada contigo primero.
Yo quiero acompañarte en tu viaje de autodescubrimiento, a través de contenido que pueda inspirarte, me gusta mucho compartir lo que aprendo, lo que investigo y soy una ávida lectora y cazadora de momentos que me permitan reflexionar y llevarte ese conocimiento para que aprendamos juntas. Sé que no es una travesía sencilla, pero te garantizo que vale la pena.
Pongo a tu disposición todos los recursos que encontrarás en esta plataforma y si quieres seguir este camino, estaré creando contenido especial para ti que podrás ver en este blog, en e-mail (te recomiendo suscribirte a mi lista de contactos) y también en audiovisual (podcast, videos, talleres online). ¡Quédate por aquí y vamos a crecer!
Gracias por estar aquí y recuerda que cuentas conmigo.
Con amor, Dayana.